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Rebeca Aguinaga: Educar desde el mar para transformar conciencias

Rebeca Aguinaga: Educar desde el mar para transformar conciencias

Rebeca Aguinaga

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Educar desde el mar para transformar conciencias

Rebeca Aguinaga, directora del Aquarium de Lanzarote y embajadora del municipio de Teguise, representa una forma de liderazgo que une ciencia, educación y compromiso ambiental. Bajo su dirección, el Aquarium se ha consolidado como un referente en conservación marina y sensibilización ambiental, impulsando un mensaje claro: proteger el océano comienza en la conciencia de cada persona.

Desde su llegada, Rebeca ha apostado por una gestión que trasciende la mera exhibición de especies. Su visión se centra en convertir cada visita en una experiencia educativa capaz de generar un cambio real en el comportamiento de quienes se acercan al centro. “Cada tortuga rehabilitada es una historia que contamos a nuestros visitantes, una prueba tangible de cómo los plásticos y las redes abandonadas destrozan vidas marinas”, explica.

Esa mirada integral hacia la sostenibilidad ha transformado al Aquarium en un espacio vivo, donde la educación y la acción se entrelazan. Ejemplo de ello son talleres como el celebrado por el Día de los Océanos, en el que los desechos se convierten en arte, recordando a grandes y pequeños que los residuos también pueden tener una segunda vida si se gestionan con responsabilidad.

La sostenibilidad como eje de trabajo

Bajo la dirección de Aguinaga, el Aquarium ha incorporado medidas sostenibles que abarcan desde la eficiencia energética hasta la conservación activa. Toda la iluminación ha sido sustituida por luces LED para reducir el consumo eléctrico, se ha instalado un caudalímetro que monitoriza el uso del agua en tiempo real y se ha trabajado en la reproducción de especies en peligro, como el ajolote.

Sin embargo, para Rebeca la sostenibilidad no se limita a los avances tecnológicos: “Para nosotros, la sostenibilidad no es solo tecnología o ciencia; es educación. Cada visita a nuestro centro es una oportunidad para mostrar cómo estas acciones, por pequeñas que parezcan, salvan vidas marinas.”

Ese enfoque educativo ha logrado un cambio tangible en el público. “Hace una década, la sostenibilidad era un tema marginal; hoy es el corazón de las preguntas que nos hacen familias, colegios y turistas”, afirma. Una de las iniciativas que mejor refleja este impacto es el “Tanque basura de Concienciación”, una instalación que muestra los desechos marinos recogidos por el equipo. Muchos visitantes, tras observarlo, aseguran: “Nunca volveré a tirar nada al mar.”

Comunidad y trabajo en red

Para Aguinaga, la sostenibilidad se construye desde la colaboración. Su incorporación a la red Soy Canary Green responde a esa convicción. “Formar parte de Soy Canary Green nos permite multiplicar nuestro impacto. La red nos ofrece visibilidad, nos conecta con otras empresas y refuerza nuestra credibilidad ante clientes y patrocinadores. Pero lo más valioso es la comunidad: saber que no luchamos solos por un océano más sano.”

Esa filosofía se refleja también en la gestión interna. Su equipo no solo ejecuta acciones, sino que participa activamente en la generación de ideas. “Nuestro equipo es el alma de la sostenibilidad. Propone iniciativas como el upcycling de desechos para enriquecer los tanques: tubos viejos se convierten en juguetes y botellas en refugios. Es una forma de transformar problemas en soluciones creativas.”

Además, el Aquarium trabaja estrechamente con la comunidad local. Cada año, organiza visitas para colegios y asociaciones a precios simbólicos, convencidos de que la educación ambiental no debe ser un privilegio. Solo en 2023, más de mil escolares participaron en estos programas.

Mirada hacia el futuro

El horizonte de Rebeca Aguinaga es claro: avanzar hacia la autosuficiencia y la prevención. Entre los objetivos a medio plazo del Aquarium destacan alcanzar el “cero residuos”, instalar paneles solares para reducir su huella ecológica y llevar sus talleres a todos los colegios de Lanzarote.

Pero su meta más profunda va más allá de los datos o la tecnología. “Queremos que el día de mañana, el centro de rescate reciba menos tortugas por plásticos y más por controles rutinarios. Soñamos con quedarnos sin trabajo… porque el mar ya esté a salvo.”

Una sostenibilidad con sentido

Como embajadora de Teguise dentro del proyecto Soy Canary Green, Rebeca Aguinaga transmite un mensaje claro al tejido empresarial: “La sostenibilidad no es un coste, es una inversión con retorno seguro. Los clientes la exigen, reduce costes a medio plazo y motiva al equipo. No hace falta ser perfecto; basta con actuar.”

Su experiencia demuestra que cuando la sostenibilidad se integra en la cultura de una organización, no solo mejora su eficiencia, sino también su propósito. En palabras de Rebeca, “El océano no es nuestro basurero, sino nuestro legado”. Y en esa frase resume su forma de entender el futuro: un compromiso que se vive, se enseña y se comparte.

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