Rigoberto: cuando la gastronomía local se convierte en motor de cambio
Rigoberto: cuando la gastronomía local se convierte en motor de cambio

Publicado el
Rigoberto no forma parte de Soy Canary Green por casualidad, ni por tendencia. Lo hace por convicción. Por una idea que le atraviesa cada día y que guía su labor como impulsor de Fuertegourmet: que el futuro de Fuerteventura —y su identidad como destino— se cultiva, se pesca y se cocina desde el propio territorio.
En su forma de entender la gastronomía no hay lugar para la improvisación ni el artificio. Para Rigoberto, cada producto local es una declaración de principios, una historia contada a través del gusto y el saber hacer. “Nuestro objetivo es crear un marco cultural integral con el sello Fuerteventura”, afirma con claridad. Y lo dice con la certeza de quien lleva años trabajando desde la raíz, junto a productores, cocineros y formadores.
Panadería artesanal, quesos majoreros, carne de cabra, pescados de nuestras costas, frutas, hortalizas, gofio, áloe vera… En el imaginario de Fuertegourmet, todos estos productos no son solo ingredientes: son territorio, son cultura, son sostenibilidad hecha realidad. Y es desde ahí —desde esa simbiosis virtuosa entre gastronomía, cultura y territorio— desde donde nace su propuesta.
“Seremos locales, estacionales y sostenibles… o no seremos”, sentencia. No es una consigna más. Es el eje fundacional de su modelo de acción. No se trata de seguir tendencias, sino de diseñar un futuro viable, justo y vinculado al medio que habitamos. Un futuro donde el producto de kilómetro cero no sea una excepción, sino la norma.
Esta visión se traduce en acciones concretas. Una de las más potentes ha sido la creación de una guía gastronómica abierta a la ciudadanía, que pone en valor los restaurantes que apuestan por el producto local y por una cocina comprometida. Un mapa vivo del sabor majorero, donde cada propuesta gastronómica está alineada con los valores de sostenibilidad, identidad y excelencia.
Pero Rigoberto sabe que nada de esto sería posible sin alianzas. “Sin colaboración entre productores, cocineros, comercios y administraciones, no hay transformación posible”. Para él, el éxito reside en que cada uno —desde su rol— contribuya a una visión gastronómica holística que impulse la economía local, dignifique al sector primario y posicione a Fuerteventura como un referente de sostenibilidad alimentaria.
Y no lo dice desde la teoría. La acogida de Fuertegourmet ha sido entusiasta. El sector HORECA, las instituciones y la ciudadanía han respondido con implicación. Porque esta red no impone: propone, acompaña, escucha. Y, sobre todo, construye desde el hacer.
Hoy, como Embajador Ciudadano de Soy Canary Green, Rigoberto representa una de las voces más lúcidas y comprometidas del ecosistema insular. Su papel va mucho más allá de la cocina: es el de un agitador de conciencias, un conector de mundos, un defensor del producto local como palanca de transformación social y económica.
Ser parte de Soy Canary Green es, para él, una extensión natural de su recorrido. Una forma de amplificar un mensaje que ya está en marcha: que la sostenibilidad no es una meta, sino una forma de vivir. Y que la gastronomía puede y debe ser el lenguaje común para tejer comunidad, defender el territorio y construir un modelo turístico verdaderamente regenerativo.
"Pensar globalmente, actuar localmente" no es solo una frase para Rigoberto. Es la brújula con la que cada día siembra, cocina y comparte futuro.
Noticias relacionadas
Acceso a otras noticias del proyecto