Cada acción tiene un impacto positivo que repercute en toda la comunidad
Cada acción tiene un impacto positivo que repercute en toda la comunidad
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Hablar con Belén Cabrera, presidenta de EXCELFUERT y embajadora de Soy Canary Green en el municipio de Pájara, es escuchar la voz de una empresaria que entiende el turismo como una labor compartida. Su mensaje es claro: la sostenibilidad no se consigue en solitario, sino sumando esfuerzos.
Desde la asociación que representa, Belén impulsa la unión de empresarios que ven el turismo como algo más que una actividad económica. Para ellos, es un compromiso común con la isla, un motor para fomentar la colaboración y un camino para que el visitante se sienta identificado con el destino y con la comunidad local. “Nuestro propósito es agrupar los esfuerzos de todos para que el turismo sea más sostenible y el entorno natural que tenemos pueda conservarse en el tiempo”, resume.
Dar visibilidad a quienes hacen posible el turismo
Uno de los pilares del trabajo de EXCELFUERT es dar visibilidad al esfuerzo diario de los empresarios, especialmente de los hoteleros y de las actividades de ocio, que permiten al turista disfrutar de una experiencia completa en Pájara.
“Queremos que se reconozca el valor que hay detrás de cada servicio, de cada alojamiento, de cada actividad. Todos formamos parte de un mismo propósito: proteger un entorno natural único y que el turismo sea un orgullo para la comunidad”
Con esa visión, la asociación ha mantenido durante años una línea de trabajo constante —mucho antes de que la palabra sostenibilidad se pusiera de moda— basada en el respeto al entorno, la eficiencia y la mejora continua.
Sostenibilidad desde la raíz
Belén Cabrera y EXCELFUERT se sienten especialmente orgullosos de los proyectos que han logrado implantar gracias a la implicación de sus asociados. Uno de los ejemplos más visibles es el trabajo de la cadena R2, que ha desarrollado huertos ecológicos dentro de sus propios establecimientos, fomentando el consumo de gastronomía local y de productos de kilómetro cero.
Otros hoteles, como el Drago Park, han apostado por rediseñar sus jardines con plantas autóctonas que necesitan menos agua, favorecen un consumo responsable del recurso hídrico y contribuyen a mantener la biodiversidad natural del entorno. Estas especies ayudan además a controlar plagas de forma natural, reduciendo el uso de productos fitosanitarios.
“Animamos a todos nuestros asociados a seguir este camino. No solo por responsabilidad ambiental, sino porque la sostenibilidad también reduce costes y mejora la gestión de los hoteles”.
Cerrar el ciclo: del turismo al campo y vuelta
Entre los proyectos más significativos destaca la planta de compostaje de EXCELFUERT, un ejemplo de economía circular que conecta directamente al sector turístico con el sector primario.
En esta planta, la poda de los hoteles asociados se transforma en un compost 100 % ecológico, que vuelve a utilizarse en los cultivos locales. Esos mismos cultivos generan productos de kilómetro cero que, finalmente, regresan a los hoteles para integrarse en su oferta gastronómica.
“Se trata de cerrar el círculo y de demostrar que el turismo puede aportar al territorio, no solo beneficiarse de él”, resume Belén. “Cada acción tiene un impacto positivo que repercute en toda la comunidad”.
Ejemplos que inspiran
Otro caso emblemático dentro de la asociación es el recién reformado hotel Paraíso Fuerteventura, donde la sostenibilidad se integra en cada detalle. El agua de sus cuatro piscinas proviene directamente del mar, y su climatización se realiza aprovechando el calor residual de los aires acondicionados y la energía de placas solares.
Estas medidas lo han convertido en un referente en sostenibilidad dentro del municipio de Pájara, demostrando que la eficiencia energética y el respeto ambiental pueden convivir con la excelencia hotelera.
Un llamamiento a la colaboración
Desde EXCELFUERT, Belén Cabrera lanza un mensaje de unión y convicción. Invita a todas las empresas vinculadas directa o indirectamente al turismo —no solo hoteles, sino cualquier negocio que forme parte del ecosistema del visitante— a sumarse a esta visión compartida.
“Vivimos tiempos en los que necesitamos creer en algo que valga la pena. Y esto vale la pena. Si trabajamos juntos, podemos hacer tangible un turismo del que todos nos sintamos orgullosos: los empresarios, los vecinos y los turistas que nos visitan”, afirma.
Para Belén, la sostenibilidad no es una meta, sino un compromiso continuo. “Defendemos una actividad que hace bien a la isla, que es responsable con su entorno y que solo puede mantenerse si todos trabajamos por ella”.
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